Nacida en Honduras, Claudia leva máis de dez anos en
Nova Orleans traballando de “mesera”. Non pasa dos 35 anos, vese informada e
con ganas de aprender. A súa viveza e expresividade daría para unha enquisa
longa e saborosa, non se corta á hora de expresar as súas opinións.
Pregunteille a súa reacción diante da vitoria de Trump e custoume saír do
comedor. “Me acosté tan tranquila, pues daba por hecho que este país non es tan
inculto y votaría a la Clinton como mal menor, porque tampouco es una santa la
señora. Pero a las dos de la madrugada me desperté sobresaltada, mi marido
había prendido la televisión y ya se daba por cantado que el viejo racista era
el nuevo presidente electo. No he podido dormir en toda la noche. El viejo ya
nos ha fregado, de dije a mi marido. Y el, perdonando, me respondió que este es
un país de cabrones encubiertos”. Diante
da miña sorpresa de que na cidade apenas houbese protestas coma noutros lugares
do país ( so vin a un 40 rapaces berrando contra Trump e arredor de vinte
defendéndoo, non causando reacción ningunha entre os espectadores da rúa),
axiña atopou resposta: “Es que este es un estado de esclavos todavía, usted
sabe. Aquí todo funciona pésimo: la enseñanza, la salud, la limpieza, los
servicio sociales... Así son tan seguidores del viejo nazi que nos ha fregado
bien fregados”.
Cal é
entón o que máis teme da acción deste vello racista como vostede lle chama?
“Temo todo, señor. Es racista, homófobo, está aliado con los del Ku kux klan,
es amigo del machista de Putin, odia a los latinos, desprecia a los negros...
Es que además él, como bien sabe, es multimillonario. ¿Cómo cree que se hacen
los multimillonarios? ¿No lo sabe acaso? Machacando, humillando, no tieniendo
escrúpulos. No saben lo que es la conciencia. Así es. Si no eres así non puedes
amasar tanto dinero. ¿Cómo cree, pues, que gobernará el país un hombre sin
escrúpulos? A la tercera guerra mundial non puede llevar derechitos. Non será
para tanto, trato de freala. Este país conta con institucións democráticas moi
firmes, existen contrapoderes que o poden poñer no seu lugar, que non lle
favorezan tales falcatruadas. “Eso piensan en la madre España, pero aunque
tengamos la misma sangre, porque alguna tendremos en común, non se ven la cosas
igual desde allá que desde acá. Yo he traído a mi mamá, a mi tía, a mi sobrina.
Todas trabajan para sacar adelante la familia. Ninguna somos violentas, ni
racistas, ni irrespetuosos con nadie. Pero no es así al contrario. Hemo sido
maltratadas, utilizadas, humilladas para tener un trabajo bien malo. Si el país
fuese tan democrático no existirían tantos votantes rabiosos, deseosos de
expulsarnos, de tener la nación solo para ellos como si nosotros no
contribuyésemos a su progreso. Se ha dicho siemprer, ¿no es verdad?, que este
es un país rico por su aceptación de inmigrantes. Pues con este viejo la van a
fregar. Se equivocan. Nosotros seremos peor tratados pero a ellos tampoco les
irá mejor. Si ni listos son. La han cagado, hablando mal, bien cagada.”
A súa
compañeira María, a nicaraguana, non está tan atemorizada. Ten outra visión,
parécelle que ladra moito pero no ha morder tanto. “Ay, María, qué buena
persona, pero es muy ingenua, así le va, ya dos extranjeros se han aprovechado
de ella para conseguir los papeles y luego tirarla como basura. María se
conforma, como quien dice, es muy resignada e poco luchadora. Pero no es así,
señor, confíe en mí, conozco bien a
estos gringos. Nos fregarán. Nos han fregado bien. Este viejo racista la va
armar y bien gorda. Non tiene sentimientos. ¿No ve que parece un muñeco de
goma? ¿No se ha fijado que ni se emocionó la noche de la victoria? Es un rico
sin escrúpulos, no es político, es un maleducado que jalea los malos
sentimientos de los pobres gringitos. Porque a los ricos les iría bien con uno
o con otro, usted ya sabe, con la Clinton tampoco les iría mal, pero con este
viejo loco a nosostros nos irá peor”.
Sigue
vostede, entón, moi preocupada. “ Y tanto, señor. Todavía no duermo bien. Y no
dormiré hasta que vea por donde sale este viejo mujeriego, es capaz de lo peor.
Y no se olvide, el presidente en este país tiene mucho poder.” Hai outros
poderes que fan de contrapeso, trato de asentala. “No lo crea. Esos llegarán a
buenos tratos con este negociante, ¿o cree que se puede llegar a ser millonario
sin saber negociar? Tengo mucho disgusto. No me agrada nada este viejo. Y lo
que más me irrita es que tantos votantes piensen las mismas sandeces que él”.
Esperemos
que non sexa para tanto, trato de serenala antes de me despedir. “Para eso
rezaré, para que no salga lo peor de lo peor. Y usted que tenga buen regreso a
la madre España, señor, que ya quisiera yo, aunque dicen que falta trabajo,
poder establecerme allí, al menos los niños tendrían escuela y la mamá non
pasaría penas por su salud. Que regrese bien y encuentre bien a su familia,
señor”.
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