Así se manifesta o premio Nobel Robert Aumann:
Hoy sé que fueron esas bombas dispuestas a estallar y no los pacifistas del 68 quienes lograron la paz.
Porque la respuesta en apariencia obvia a un conflicto no conduce al fin deseado, sino al opuesto.Lo obvio te lleva al error: si necesitas más ingresos para el Estado, no subas el porcentaje de los impuestos... ¡Bájalo!
La catástrofe es la indefinición. El riesgo no es malo, al contrario, es el motor de la economía. Pero sólo si tiene consecuencias y quien se equivoca paga.
É dicir: a verdadeira saída desta situación sería que fundiran as entidades financeiras que non souberon calcular o crédito, que Merkel deixase que os seus bancos padecesen as consecuencias dos préstamos aos países que non poden pagar..., e non o obvio: esixír aos países que se endebedaron máis do debido obrigándoos a axustar sobre os pensionistas e os funcionarios, a sanidade, a educación, ademais de lles reclamar reformas laborais que permitan empeorar - aínda máis!- os empregos de miseria para mozos ben formados e capacitados. Ou non?
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